O Coletivo Nacional de Lésbicas Negras Feministas Autônomas – CANDACES BR, tem como diretriz principal a visibilidade, letramento e empoderamento das lésbicas negras sendo destituído de preconceitos e discriminação de qualquer natureza (racismo, sexismo, lesbofobia, discriminação racial e todas as discriminações correlatas). Compondo-se de um espaço para o exercício da solidariedade e construção dos conceitos de promoção de Cidadania e Direitos das Lésbicas Negras, no desenvolvimento da consciência crítica visando autonomia e transformação do indivíduo para que este se torne agente transformador em nossa sociedade.
O Coletivo Candaces tem como finalidade a luta pelo estabelecimento de uma política eficiente de saúde publica ligada a feminização da AIDS, através do Plano Integrado de Enfrentamento à Feminização da Epidemia da AIDS e outras DST, bem como desenvolver projetos voltados para a promoção da cultura, educação ambiental, comunicação, arte e gênero.
O Candaces também traz a preocupação e o recorte das pessoas com deficiência, nesse caso em específico as lésbicas e bissexuais, com algum tipo de deficiência. Para a garantia das especificidades no contexto geral das Políticas Públicas, no reconhecimento enquanto sujeitos políticos da história. Não são privilégios, mas sim uma atenção diferenciada dentro da política de saúde nacional, respeitando sempre as condições e limitações das pessoas com deficiência. Nesse sentido torna-se de suma importância que o segmento das pessoas com deficiência seja consultado na elaboração de novas propostas de Políticas Públicas visando sempre à acessibilidade e a inclusão social para todos.
quinta-feira, 23 de outubro de 2008
Declaración de la III Asamblea de las mujeres Vía Campesina
http://www.mabnacional.org.br/noticias/201008_conf_via_declaracao_es.html
20.10.2008
Reunidas en Maputo Mozambique en el marco de V conferencia Internacional de la Vía Campesina, las mujeres del campo de los diferentes continentes, hemos realizado nuestra III Asamblea Mundial de Mujeres. Nos encontramos con la alegría del compartir, el cariño de las compañeras, la riqueza de nuestras culturas diversas y la belleza de la mujeres de África, Asia, Europa y las América.
Somos mujeres con historias y luchas comunes por la vida, la tierra, los territorios, la Soberanía Alimentaría, la justicia, la dignidad; mujeres que compartimos saberes y experiencias, convencidas que las ideas como las semillas cuando se intercambian crecen y se multiplican. Somos mujeres que hemos luchado contra la violencia a lo largo de la historia, luchadoras que continuamos defendiendo nuestros territorios y nuestras culturas del saqueo, la devastación y la muerte perpetradas por quienes han impuesto su poder desde el tiempo de la colonia, y hoy continúan intentando colonizar no sólo nuestros territorios sino también nuestras mentes y nuestras vidas.
Como mujeres reclamamos el respeto de todos nuestros derechos, rechazamos al sistema patriarcal y todas sus expresiones discriminatorias; y nos reafirmamos en el ejercicio pleno de la participación ciudadana. Exigimos nuestro derecho a una vida digna; el respeto a nuestros derechos sexuales y reproductivos; y la aplicación inmediata de medidas para erradicar toda forma de violencia física, sexual, verbal y psicológica; como también exigimos la eliminación de prácticas de feminicidio que aún persisten.
Denunciamos que los procesos migratorios, particularmente el de las mujeres, están estrechamente relacionados con el empobrecimiento y la violencia social y de género en el campo. Los desplazamientos de las mujeres hacia los centros de producción empresarial, el tráfico de mujeres para enriquecer el negocio del entretenimiento, así como las expulsiones de las mujeres de las tierras productivas, conjuran contra la permanencia y los medios de sustento de las comunidades campesinas y contra la Soberanía Alimentaría.
Reafirmamos que denunciar la discriminación hacia las mujeres, implica reconocer que si bien el sistema patriarcal y el machismo han existido históricamente; el modelo neoliberal profundiza las condiciones de discriminación y aumenta las situaciones de violencia contra las mujeres y las niñas en las zonas rurales. Por tanto la lucha antineoliberal debe de ir a la par de la lucha por la igualdad de género, la no discriminación de las mujeres y el combate inclaudicable contra todas las formas de violencia en el campo, y en particular la violencia doméstica que sufren las mujeres.
Reconocemos que todas las mujeres sufrimos de discriminación, sin embargo no todas las mujeres son discriminadas por igual. No es lo mismo ser mujer del 20% más rico de la población que ser pobre; no es lo mismo ser trabajadora que ser empresaria; ser joven, adulta o anciana; ser blanca, negra, mestiza o indígena; ser urbana o rural.
Bajo este modelo de globalización neoliberal, la actual división internacional del trabajo se estructura también por la división sexual del trabajo. Las mujeres están concentradas en sectores de producción controlados por las transnacionales, como en determinadas ramas del agro-negocio, las maquilas de México, América Central o Asia, o el turismo sexual.
Las mujeres sufrimos discriminación de clase, género, étnica, sexual, estética, entre otras. Esta complejidad en necesaria asumirla en nuestra lucha política para lograr la soberanía alimentaria y acabar con la discriminación, la opresión y la explotación, en un camino que nos permita avanzar en la construcción de una sociedad distinta.
Para lograr la soberanía alimentaria como mujeres de la VC nos comprometemos a luchar conjuntamente por una reforma agraria integral, para eliminar todas las formas de violencia que generan los modos de producción capitalista y que son causantes de la crisis alimentaría mundial, el cambio climático, el avance de los monocultivos, los transgénicos y los agronegocios
Estas expresiones de violencia incluyen::
aumento del hambre y las hambrunas y de enfermedades graves y mortales
aumento significativo de la pobreza y el aumento la brecha entre ricos y pobre
violación de derechos humanos y represión política
mercantilización y privatización de la naturaleza y las tierras agrícolas tradicionales, conduciendo al desplazamiento y las migraciones forzadas de los Pueblos Indígenas, campesinos y campesinas
privatización y contaminación del agua y del aire
extracción incesante de minerales y la destrucción, la apropiación y la concentración de la tierra productiva
pérdida dramática de la biodiversidad y destrucción de los bosques
destrucción de las tradiciones, conocimientos y métodos de producción campesina
cambios climáticos imprevisibles que destruyen los cultivos
pérdida del control de las semillas por los campesinos y campesinas y su apropiación por las empresas transnacionales, resultando en la pérdida de alimentos culturalmente apropiados, e
incremento de los precios de los alimentos básicos sin que ello beneficie ni a los campesinos ni a los agricultores de pequeña escala
Acabar con estas formas de violencia que genera este sistema capitalista neoliberal exige nuestro esfuerzo y unidad en la lucha, y nuestro compromiso en la construcción de una sociedad más justa.
La lucha contra la violencia hacia las mujeres comienza en nuestros corazones y en nuestras conciencias, aunemos nuestras voluntades para construir un mundo rural sin violencia, partiendo por construir un hombre y una mujer nueva.
Las mujeres de la VC continuaremos construyendo un mundo rural vivo, justo, solidario y equitativo, en pos de la soberanía alimentaría. En esta 3a Asamblea Mundial de las Mujeres de VC urgimos a todos los miembros, de todas partes del mundo, mujeres y hombres, a asumir esta lucha.
Por la vida y la soberanía alimentaria basta de violencia contra las mujeres del campo YA
Globalicemos la Lucha
Globalicemos la Esperanza
Globalize Struggle!
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